62.01 (178) Retorno a casa I
19.08.08 martes
Calas de Campoamor (Orihuela)-Alicante.
El asa de mi mochila se rompe del todo al subir al autobús. Fue un regalo con puntos Eroski y ya se puede decir que ha cumplido su cometido con el viaje por Portugal y éste. En el autobús, se sienta a mi lado una chica del estilo de mi compañera de trabajo, María, pero sólo es la apariencia, ya que ésta no es, ni con mucho, tan simpática como María. No hablamos en todo el camino. A veces, se me saltan las lágrimas por tan brusco final. El paso por Torrevieja se hace pesado. Pongo atención al llegar a las Salinas de Santa Pola; sus aguas casi tocan el firme de la carretera. La casa de Arantza y Martín, queda lejos y aquí dejo de escribir en mi diario.
Cuando llego a Alicante me voy a comer con Antonio (9 €). En una pastelería como un pastel y un café (5,30 €). Me voy en busca del albergue juvenil pero, después de lo que me cuesta encontrarlo, resulta que está en obras y tendré que pensar en otra forma de pasar la noche. Próxima al Albergue juvenil, veo una curiosa fuente, la plasmo en una instantánea y me voy en busca de cama. La encuentro en Pensión Casa Miguel y me costará 24 €. Dejo allí las mochilas y me voy a dar una vuelta por Alicante.
Fotografío el castillo-fortaleza que no se encuentra demasiado alejado, pero al que no pongo ningún interés en visitar. ¡Quizás en otra ocasión! Y, a pesar de los desvelos de mi amiga Gemma de ayer en La Llana y mi gusto por viajar en tren, debido a que no tengo billete en Renfe para mañana, decido coger billete de autobús a Irun (35,83 €).
Disfruto de un gin-tonic (4 €) y me voy a visitar el Mercado de Abastos que está muy cerca de la pensión.
Aquí mi diario se acaba, no es cuestión de relatar más un viaje caminando, cuando ya estoy en dique seco.
Mañana relataré sólo mi llegada a Irún.
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